#ElPerúQueQueremos

CRÉDITO: DW

DESDE PRIMERA VUELTA: ¡NO A KEIKO!

No todo está dicho

¿Es pertinente una campaña contra Keiko Fujimori desde primera vuelta?, creo que sí, y doy mis razones aquí.

Gabriel Salazar Borja

Publicado: 2016-03-01


La intención de voto ha cambiado en un panorama hegemonizado por el neoliberalismo. Las cartas de esta derecha peruana dura y achorada como Pedro Pablo Kuczynski y Alan García están en franca caída, y su principal carta, Keiko Fujimori, se estanca o cae levemente. Están en crisis. Además, esta derecha ha tenido que demoler a quien pretendió modificar sus planes: César Acuña, candidato de esa derecha emergente-emprendedora peruana, también ganada por el neoliberalismo aunque con intereses más nacionales. La razón de fondo es que los grupos de poder vinculados con las grandes transnacionales no quieren compartir los negocios con nadie más, y ciertamente les ha sido sencillo demoler a Acuña por sus propios defectos. Sin embargo cuando han intentado hacer lo mismo con Julio Guzmán, ese “sorprendente” candidato outsider, han tenido problemas, y este candidato de laboratorio del neoliberalismo ha aprovechado para avanzar queriendo ubicarse en el centro y hasta pretendiendo posicionarse como el candidato anti-Keiko. Por todo ello, parece dibujarse que en esta primera vuelta la carta de la derecha conservadora es claramente Keiko Fujimori.

Esta derecha que posee un control hegemónico de los medios de comunicación ha lanzado una gran campaña para hacer creer a la población que la única disputa en esta primera vuelta es quien va con Keiko Fujimori a la segunda vuelta. Sin embargo, la población ha rechazado cada vez más esta campaña de la derecha, y lo dicen los diversos sucesos anti-Keiko en diversas zonas del país: Ayacucho, Arequipa, Puno, Piura, Ancash, Lambayeque, Villa El Salvador, San Juan de Miraflores y Barranca ahora último. Este panorama que parece no detenerse, y la tozudez de la derecha conservadora, pueden llevarnos a que se termine por organizar una campaña abiertamente contra Keiko Fujimori. Esto sumado a que es clarísimo que la verdadera intención no solo del fujimorismo sino de esta derecha es que Keiko Fujimori gane en primera vuelta, le temen a la segunda y por ello el fujimorismo ha tratado de caviarizarse o aggiornarse.

Al no existir una alternativa que venga de la izquierda al centro, que agrupe a diversas organizaciones populares, de izquierda, pero también democráticas, progresistas y nacionalistas, no existe una alternativa que pueda competir en primera vuelta con Keiko Fujimori y que pueda canalizar también el voto anti-Keiko. Tanto es así que no solo Julio Guzmán pretende canalizar estos votos, también lo hacen candidatos tan disímiles como Alan García y Verónika Mendoza. Existe entonces una dispersión del voto anti-Keiko, eso es real. Esta dispersión en primera vuelta hace más pertinente la campaña anti-Keiko pensada por muchos en una segunda vuelta ahora en primera vuelta. Es probable que los beneficiados indirectos de esta campaña sean justamente los dispersos, pero más claramente Julio Guzmán, Alfredo Barnechea y la candidata más progresista Verónika Mendoza. Por lo tanto, tendremos un No A Keiko en primera y en segunda vuelta.

De todas maneras, aunque no exista esa alternativa que aglutine el voto anti-Keiko en una candidatura, eso no significa que no se pueda tener presencia en el terreno de la política electoral. Ingresar con una campaña anti-Keiko, como se hizo el 2011 en segunda vuelta es una forma de tomar posición contra la vuelta del fujimorismo al poder a través de Keiko Fujimori. Es ir en contra del fujimorismo, esa política que la misma Keiko Fujimori aplicó siendo congresista, faltando más de 200 días a las sesiones del Congreso, viviendo 100 días en Estados Unidos mientras era congresista, trabajando apenas 7 sesiones de las 42 que tenía que trabajar en la Comisión de Economía, demostrando así que continua entendiendo fujimoristamente al Estado como un botín para usufructuarlo en beneficio propio. Una campaña anti-Keiko significa eso y más.

Keiko Fujimori no ha podido esconder a los acérrimos fujimoristas de su lista congresal, está ahí José Chlimper, quien matonescamente agrede a los trabajadores sindicalizados, está Cecilia Chacón, quien ha defendido los intereses de la gran minería en contra de los campesinos –caso Yanacocha-, está Rolando Sousa, el abogado de Alberto Fujimori, Luz Salgado, a quien todos conocemos, y muchos más, inclusive el nuevo corrupto Moises Mieses. Incluso a quienes Keiko Fujimori ha pretendido esconder en su estrategia de ganar en primera vuelta, como Martha Chávez, quien acusó de “autosecuestrarse” a los estudiantes de la Cantuta asesinados por el Grupo Colina, o a la misma Maria Luisa Cuculiza, los mismos fujimoristas las están voceando como posibles ministras en el gobierno de Keiko Fujimori. Es decir, son lo mismo.

Keiko Fujimori -quien ha declarado que su padre saldrá libre de prisión-, su candidatura, sus congresistas, su propuesta de gobierno, son el mismo fujimorismo con apenas algunos matices. Sigue siendo ese fujimorismo que entiende la política como lucro en detrimento de los trabajadores y el pueblo peruano, son el fujimorismo de la dictadura, de la represión, de la impunidad, del pacto con las grandes transnacionales, de las muertes y torturas –incluyendo a su madre-, de la criminalización de quienes protestan, del aplastamiento de los sindicatos y los derechos laborales, son los responsables del brutal ingreso del modelo neoliberal expropiador y hambreador en nuestro país que hoy sufrimos, el fujimorismo en el poder significaría la nefasta validación de la política como corruptela y el manejo del Estado, los medios de comunicación e inclusive las organizaciones sociales como simples medios para seguir instaurando este mismo modelo neoliberal que ellos mismos iniciaron. Ellos son la más clara continuidad del modelo, y la derecha conservadora lo sabe.

En este momento es necesario agruparnos todos en el rechazo al fujimorismo, en esta lucha crucial, y organizar a la par la resistencia futura de cara al siguiente gobierno, que parece que de todas formas será de derechas. Los diversos sectores del pueblo peruano que ya han venido rechazando al fujimorismo en estas últimas semanas nos están dando la esperanza de poder hacer frente una vez más a este difícil momento. Esta campaña tendrá un matiz en primera vuelta y se agudizará en la segunda vuelta. No todo está dicho como pretenden hacérnoslo creer los grupos de poder articulados al neoliberalismo, el escenario se puede modificar. ¡Keiko Fujimori no debe pasar!


Escrito por

Gabriel Salazar Borja

Gabriel Salazar Borja (1984). Sanmarquino, zurdo, interesado en la historia y la política.


Publicado en

taller de lectura

un espacio de reflexión donde siempre se puede volver...